Por: Jacqueline Menchaca/blog/newsletter
La detección oportuna del cáncer, sea del tipo que sea, es determinante en su prónostico. Mientras más pronto se detecte, hay mayores posibilidades de curación.
Con el afán de mejorar y al mismo tiempo facilitar esta detección, los investigadores se dan a la tarea de crear nuevos métodos, cada vez menos invasivos.
En la odontología sucede lo mismo. En diversas partes del mundo, especialistas buscan la manera de encontrar señales en la cavidad oral de un cáncer incipiente: manchas rojas, blancas, lesiones, abultamientos, llagas que no cicatrizan, dolor al tragar, entre otros, de una manera más rápida y certera.
De esta forma, los investigadores Guy Adami y el doctor Joel Schwartz, de la Universidad de Illinois en Chicago, crearon y patentaron un cepillo, que, en menos de un minuto de cepillado suave, recoge células en las lesiones potencialmente cancerosas, para posteriormente, colocar el cepillo en un tubo de solución y enviarlo a su análisis buscando señales de células del carcinoma oral de células escamosas, considerado el 9º a nivel mundial de todos los tipos de cánceres.
“El sistema de detección funciona buscando pequeños segmentos de material genético llamados microARN que regulan la expresión de los genes. La investigación realizada por Adami y Schwartz encontró una firma de expresión de 40 secuencias de microARN que pueden distinguir entre un tumor y un tejido normal con una precisión de más del 90%”.1
Una de las ventajas mencionadas por los creadores es que este estudio está focalizado, ya que, a diferencia de estudios de sangre que pueden detectar el cáncer, pero a nivel general, el cepillado se centra en un solo sitio si se detecta malignidad.
Además, de las 600 enfermedades que se producen en la cavidad oral, tanto benignas como malignas, el método por excelencia ha sido la biopsia, sin embargo, al resultar invasiva, costosa y dolorosa, en ocasiones los pacientes se rehúsan, intentan prolongar el procedimiento y puede retrasarse cualquier diagnóstico a tiempo. O, en otras ocasiones, algunos dentistas prefieren no hacer la biopsia si la lesión aparenta ser benigna, lo que en ambos casos retardaría un tratamiento adecuado.
Los investigadores crearon una empresa para encontrar asociados que puedan comercializar este producto y poder distribuirlo. El cepillo fue desarrollado en un laboratorio certificado por CLIA (Clinical Laboratory Improvement Amenments), regulación federal que establece los estándares de calidad para muestras de laboratorio en muestras de humanos como sangre, fluidos corporales y tejidos con el fin de prevención o tratamiento de enfermedades.
Este invento aun va en el camino, pero en uno ya muy avanzado. Es cuestión de analizar más a fondo los posibles riesgos, fallas, y demás pormenores. Es un kit, fácil de utilizar y nada invasivo.
Con las debidas y necesarias reservas que todo insumo recién creado requiere, el cepillo oral para detección de cáncer de células escamosas puede convertirse en una gran alternativa de método diagnóstico, para, a tiempo, localizar este tipo de cáncer oral que tantas muertes cobra anualmente.
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