De nuevo con el tema de actualidad, la mínima intervención, el reconocido odontopediatra brasileño José Carlos Imparato, habló con nosotros sobre el tema y de una parte inherente, que es la prevención.
En la mínima intervención ocurren innovaciones, cambios en las técnicas, en los materiales. Esta, evoluciona año con año.
¿Están haciendo una sinergia entre la investigación y los nuevos materiales?
Sí, porque yo, por ejemplo, soy profesor y tengo la oportunidad de ser investigador, entonces, nuestro grupo en Brasil trabaja en investigaciones, por ejemplo, de un material, que se puede poner en práctica en todas las personas que están en el congreso. Muchas veces existen esos materiales en el mercado de México, en Brasil y estamos investigando algunos de esos materiales.
¿Qué tanta relación hay entre la creación de un material, de alguna casa comercial y el concepto que usted tenga como profesional para recomendarlo?
Eso es importante. Por ejemplo, un material para que pueda tener indicaciones debe tener estudios. Muchas casas comerciales en algunos países, como en el mío, tienen los materiales que supuestamente son buenos, pero no hay investigaciones. Y ese es un problema.
Yo creo que ese es el mayor problema. Mucha gente sale de un congreso con materiales que fueron expuestos, pero sin evidencia científica. Solo opiniones personales.
Por ejemplo, yo no traigo temas sobre materiales nuevos si no tienen evidencia científica. Eso es un problema mayor que nosotros tenemos.
¿Qué cree usted que puede hacerse para que un conferencista no hable de algún producto que no tenga esa investigación?
Es difícil. Esto es más con el investigador, porque yo puedo recibir remuneración para hablar de un material de una empresa. Pero yo debo tener ética y decir, no, yo no hablaré porque no tiene investigación.
Pero si la empresa quiere investigar, entonces sí. Una empresa puede poner su material y realizar investigaciones. Nosotros tenemos una empresa de investigación en Brasil.
Yo veo que hay mucha gente que habla de materiales como novedad, pero no hay evidencias. Eso es un problema muy complicado.
¿Cuál sería para usted la parte fundamental de la mínima intervención?
Mínima intervención es una filosofía de tratamiento, entonces es muy grande. Mucha gente tiene información errada, que no son las correctas. Por ejemplo, mínima intervención no es remoción de caries; mínima intervención trabaja con el concepto de caries, de prevención de caries, trabaja con la identificación de caries; con intervenciones microinvasivas; con reparaciones de restauraciones; con el entorno de los pacientes.
Entonces, se puede hacer un congreso de mínima intervención.
¿Y la prevención sería la primera parte?
Sí, siempre. Pero comprender la caries es el primer paso, porque antes de tener la prevención, yo tengo que conocer el problema, y este se llama CARIES.
La enfermedad de la caries tiene como primer paso, sí, la prevención. Pero es muy complicado, porque tanto ustedes en México, como para nosotros en otros países del mundo, caries es un problema social y cultural. Es una vulnerabilidad social.
Entonces, por ejemplo, hijos de dentistas por acá, no tienen caries. Cómo nosotros tengamos la condición de tener a nuestros hijos sin caries y la población de nuestros pacientes, sí la tiene.
Hay conocimiento, pero lo más difícil es que muchos de nuestros pacientes están con su vulnerabilidad social. Muchos de ellos no tienen condiciones sociales, económicas, etc., y ese es un problema. Por más promoción que se haga.
Si yo hablo de personas que tienen las condiciones culturales, económicas, sociales, etc., puedo hablar fructíferamente de una pasta, por ejemplo, que tenga fluoruro, de un hilo dental, de una técnica especial, porque tienen las herramientas.
Si yo hablo, por ejemplo, con personas que viven en zonas marginadas, eso es muy complicado porque tienen que pensar primero en qué comer. Mucha gente no tiene ni agua tratada, vive en malas condiciones, eso es muy grave.
Lo que conocemos hasta hoy es suficiente para tratar la caries durante los próximos diez años, pero no ocurre, porque las personas, conforme pasa el tiempo tienen más condiciones vulnerables.
Nosotros tenemos que mirar hacia ellos, mucho más, y pensar en eso.
¿Eso es complicado, y por costos, también, principalmente?
Sí, pero cuando se habla de prevención en esas comunidades, no es solo trabajar con fluoruro, es trabajar con condiciones de alimentación, de higiene y no solo de los dientes. Entonces, es complejo.
Yo tengo ahora 36 años trabajando con caries y puedo asegurar que es complejo. Avanzamos mucho, por ejemplo, cuando inicié con mis estudios tratábamos la caries con fresas y remoción de toda la caries, preparaciones muy invasivas.
Hoy, 35 años después cambió todo. Pero algunos aun trabajan con conceptos antiguos.
Por ejemplo, el material mas indicado hace 30 años, ahora, no lo usamos más en odontopediatría.
Ahora hay muchos materiales muy buenos, algunos bioactivos, otros no, pero son buenos. Entonces, hay que estudiar más para ver si los materiales bioactivos son tan buenos como se dice.
Hay materiales que son muy buenos y no son tan caros. En odontopediatría, por ejemplo, si usted tiene un ionómero de vidrio de alta viscosidad, una buena resina compuesta, adhesivos universales, no hay necesidad de tener 2 o 3 del mismo tipo.
Los materiales tienen que pasar por estudio, usted puede ver en la exposición, hay muchos. Nosotros en nuestro país hablamos mucho con las empresas. Hay quienes invierten mucho en investigación; otros no.
Hay que pensar más antes de poner en práctica.