Aunque ya no es septiembre. Y aunque Ud. no lo crea, fue el mes del chocolate. Se preguntará qué tiene que ver con la odontología. En la era de las prohibiciones, de las enfermedades sistémicas, cuando el refresco y los pastelitos pagan impuesto especial por potencializar la obesidad y la diabetes. Cabe preguntar: ¿el chocolate también? Desde 1995, el 13 de septiembre se celebra el Día Internacional del Chocolate en varias partes del mundo, como un homenaje a Milton Hershey (1857) -creador y fundador de The Hershey Company- y a Roal Dahl, autor de la obra “Charlie y la fábrica de chocolate”. Según Takashi Ooshima, de la Universidad de Osaka, el chocolate puede incluso hasta proteger la dentadura. La bacteria que causa la caries dental se llama streptococcus mutans y produce una sustancia viscosa que se llama ácido glucano, que ataca los dientes, pues bien, los antioxidantes del chocolate amargo evitan que las bacterias produzcan el ácido, la semilla del cacao posee un bactericida que compensa los altos niveles de azúcar del chocolate e impide la formación de la molécula y la manteca de cacao forma una capa que recubre los dientes que reduce la acumulación de placa. El científico japonés asegura que en la vaina de la semilla del cacao, que a menudo se deshecha, aun hay más cantidad de este bactericida, por lo que se podría utilizar como componente de la pasta de dientes. Un grupo de investigadores japoneses de la Universidad de Osaka asegura que los altos niveles de azúcar del chocolate son compensados por los agentes antibacterianos contenidos en los granos de cacao que reducen las posibilidades de un posterior desarrollo de la caries. Por otro lado, la revista británica New Scientist ha demostrado que el chocolate ayuda a combatir la caries. El chocolate amargo, puede ayudar a fortalecer el esmalte dental mediante la teobromina, que funciona más o menos como el flúor, la principal substancia que se utiliza para reforzar los dientes y protegerlos ante la caries dental. Otro beneficio que aporta el chocolate negro es que sus antioxidantes ayudan a reducir las inflamaciones de todo el cuerpo. Todo esto supone que también reduce los efectos de la enfermedad periodontal, que a su vez está relacionada con los problemas cardiovasculares y los nacimientos prematuros. Como pasa con cualquier otro alimento, el chocolate se debe consumir sin excesos, ya que también contiene muchos azúcares y grasas, siendo el chocolate negro el más saludable de todos. Ahora bien, el hecho que comamos alimentos que pueden ayudar a nuestra salud oral no quita la necesidad de cepillarnos los dientes tres veces al día y utilizar el hilo dental a diario. En resumen, mientras que comer chocolate negro es bueno para la boca, dientes y encías, así como para el corazón y sistema inmunitario, se debe tomar con moderación y seguir manteniendo una higiene oral ejemplar que se combine con las visitas periódicas al dentista.
Claro está, en la presente edición, que consta de ocho artículos, el chocolate sólo aparece en nuestra editorial y por supuesto en el gusto sin duda del editor.