Por: Jacqueline Menchaca/blog/newsletter
Información tomada de la conferencia impartida por el Dr. Odiel Chediak Barbur/WTC CDMX/
Una conferencia de sumo interés resultó ser la ofrecida por el Dr. Odiel Chediak Barbur, reconocido odontólogo, egresado de la Pontificia Universidad Javeriana (1983-1988), quien además de ser especialista en periodoncia e implantología, ha dedicado muchos años de su carrera profesional como odontólogo en el Instituto Nacional de Cancerología, en Bogotá, Colombia, y ha sido coordinador del grupo de Oncología Oral en el mismo instituto.
Al iniciar su exposición, el doctor Chediak enfatizó la importancia de reconocer que, si bien la ciencia considera a las personas en masa, la enfermedad será individual. Es decir, “aunque histológicamente sea igual un carcinoma escamocelular en una persona A como en una B, se va a desarrollar muy diferente en ambas, eso es individual”.
Eso dependerá de muchos factores, circunstancias inmunológicas y muchas veces, también actitud mental. Recordó también la frase “Cada persona es única y las enfermedades están conectadas a su mente”, retomando el libro que su padre, especialista en cáncer oral, Dr. Edmond Chediak Atiak (q.e.p.d.) escribió en 2015, titulado “La mente y el cáncer”.
Planteó dos preguntas: los odontólogos, ¿saben tratar a pacientes con cáncer? O en realidad, ¿tienen miedo de hacerlo?
Según el Dr. Odiel Chediak es la segunda pregunta y es por no saber tratarlo. “No conocemos de medicina o se nos ha olvidado; nos hemos vuelto mecánicos. Nosotros debemos estar en conjunto con un equipo multidisciplinario que será el apoyo para saber cómo tomaremos decisiones en esos pacientes, sea adulto o niño”.
El cáncer es curable cuando se detecta a tiempo
El diagnóstico a tiempo es vital para determinar el tratamiento a seguir y, así, ofrecerle al paciente más posibilidades de sobrevida.
Determinar en qué estadio se encuentra el tumor, es muy importante: qué tan invasivo o agresivo es, que tan grande y qué tanto haya invadido otras estructuras, si generó metástasis, etc. Todo eso se debe considerar para dar un pronóstico.
Se debe determinar qué parámetros histopatológicos hay, la respuesta que pueda tener al tratamiento: si es apto o no, para quimio o radioterapia; hay tumores que no son radiosensibles o quimiosensibles, lo que significa que en ocasiones aun cuando se le aplica la quimioterapia, esta no le hace mella al tumor.
El rol del odontólogo es sumamente importante en el diagnóstico, en la prevención, estabilización y tratamiento de las patologías orales que comprometan la calidad de vida de los niños.
Se tiene que saber revisar la cavidad oral, es importante diagnosticar a tiempo a los pacientes. Esta es una tarea no solamente del odontólogo, sino del médico.
El doctor recordó que “la falta de un diagnóstico y el tratamiento oportuno y adecuado, la demora en la remisión a un especialista, la iniciación tardía o la suspensión del tratamiento, puede significar la diferencia entre la vida y la muerte en un paciente con leucemia, por ejemplo”.
Debido a factores como los anteriores, en países subdesarrollados, la sobrevida es de 54 % y en países desarrollados es superior al 80 %.
Leucemia, la mayor manifestación de cáncer en los pacientes pediátricos
Si retrasamos en un diagnóstico para determinar si el paciente tiene leucemia, eso va representar un paso importantísimo en la vida o la muerte de ese paciente.
En el caso de la leucemia, desafortunadamente no tenemos una causa, y también, los pacientes pediátricos tendrán tumores como el neuroblastoma o el retinoblastoma que es a nivel ocular. Como odontólogos, hay que saber mirar al paciente, aunque como tales solo podemos limitarnos a la cavidad oral.
Diagnosticar
En ocasiones, como odontólogos muchas veces limitan la revisión únicamente a los dientes, para ver caries, lesiones periodontales, y cantidad de restauraciones que van a hacerse.
Sin embargo, en el caso de la leucemia, por ejemplo, pueden presentarse manifestaciones a nivel oral.
Por ello, algunas de las pautas que deben seguirse son:
- Buena anamnesis. En el caso del pequeño, se debe preguntar a su madre o quien lo lleva si el niño ha estado inquieto, cuál es la razón de la visita, preguntar si llora mucho, etc.
- Buen examen clínico y meticulosa palpación. En este rubro entran:
- Ganglios linfáticos. Cuando existe un tumor, este va a infiltrar los ganglios linfáticos y a inflamarlos.
- Tiroides. Palpación bimanual para identificar posibles lesiones.
- Palpar los labios. Existen lesiones conocidas como endofíticas, mismas que no son muy visibles y solo con la palpación se pueden sentir.
- Paladar. Revisarlo bien, dado que hay tumores que vienen de los senos maxilares u otro tipo de lesiones que pueden infiltrar el tejido óseo palatino y abultar dicho tejido.
- Lengua. Examinarla enrollando una gasa en la punta, traccionándola y revisar si está sana, o no. RECORDAR: el 40 0 50 % de las lesiones malignas en boca se generan en la lengua.
Y si se trata de un niño, revisar si la lengua se desvía al sacarla, pudiese tratarse de un cáncer que está infiltrando los músculos de la lengua.
- Orofaringe. Hacer que el paciente abra la boca, tomar espejo de boca y revisarla para cerciorarse que tiene un color adecuado en el tejido, es decir, rosa pálido. Cualquier alteración debe remitirse al médico
¿Qué saber y hacer como odontólogos?
Lo más importante es saber diagnosticar a un paciente.
Biopsiar. Hay que saber hacerlo. En ocasiones el odontólogo requiere de apoyo, como el de un maxilofacial u odontopediatra, dado que generalmente se hace bajo sedación.
Remisión. En caso necesario, se debe remitir a otros especialistas. No creer que se sabe todo, eso a veces se olvida y puede resultar riesgoso para el paciente.
Mantenimiento. Conocer cómo manejar las complicaciones que esos niños tendrán, por los efectos secundarios de quimioterapia o radioterapia.
Rehabilitación. Cómo podemos rehabilitar a un paciente que por una patología ha perdido un órgano o miembro.
Recordemos que nuestra misión es ofrecer un paciente pediátrico con cáncer calidad y cantidad de vida.