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Optar por una atención odontológica de parte de un dentista particular o por algún centro integral en odontología dependerá de varias características que ambos ofrezcan al paciente.
“En gustos se rompen géneros”; “cada quien habla como le va en la feria” son frases que bien aplican en este tema, dado que, si el paciente sale satisfecho, hablará bien de alguna de las dos formas de atención dental.
En años recientes, el auge de las llamadas cadenas odontológicas donde se integran diversos especialistas en un mismo centro dental ha alcanzado gran escala.
Muchos dentistas optan por pertenecer a un gran consorcio odontológico, por diversos motivos que van desde que quizá no cuenten con suficientes recursos económicos para instalar un consultorio particular, o por el hecho de pertenecer a un centro odontológico prestigioso, o por seguir los caminos de las tendencias.
Asimismo, hoy en día, parte de la actualización incluye el uso y acceso a la tecnología en 3D, para diagnósticos y tratamientos. En ocasiones y gracias a la educación continua, los dentistas pueden tener los conocimientos, pero probablemente no la forma de adquirirlos, y, por ello, también optan por pertenecer al equipo de los centros integrales, que, generalmente, sí cuentan con estos aparatos de vanguardia y equipamiento de primer nivel, a los cuales pueden acceder con menos inversión.
Atención para el paciente
Independientemente de la infraestructura de una clínica particular o de un centro integral, el paciente buscará, sobre todo, buena atención y buenos precios.
Una de las ventajas de los centros integrales podría incluir una rápida atención cuando una urgencia sucede, dado que existe todo un staff de odontólogos, respaldados por el equipamiento de dicho lugar.
Sin embargo, es un hecho que los pacientes prefieren que sea un mismo profesionista quien siga su caso, entre otras cosas por el hecho de poner su confianza en alguien en particular y que sea este quien, en un momento dado se haga responsable del diagnóstico o tratamiento.
Los dentistas que trabajan en consultorios particulares ofrecen, para muchos, una mayor confianza y familiaridad, dado que el trato se vuelve muy personalizado con el tiempo que se requiera, sin prisas, y donde eso de “cantidad sobre calidad” no va.
En cuanto a la profesionalización de quienes atienden en ambos lugares, en algunos artículos revisados, se dice que es muy importante que los centros integrales realmente contraten a profesionistas con experiencia y no que, por cumplir ciertas cuotas o metas, proliferen novatos al frente de la atención odontológica, principalmente en casos avanzados que requieren especialización.
El paciente es quien al final decide dónde se queda; dependerá de la atención que reciba, de la claridad con que se le explique el tratamiento y el presupuesto; de la limpieza y trato con que se le aborde, etc.
El dentista no puede imponer ninguna decisión a su paciente. Lo que sí puede es ser honesto, cálido, con trato amable, asertivo y claro, además, por supuesto, de brindar una atención profesional, con diagnósticos acertados (con tecnología de vanguardia, o no, pero correctos), y tratamientos lo menos invasivos posible y con precios acordes al mismo.
Ambas formas de atención dental son opciones actuales para hacer más accesible a la población la posibilidad de mantener una buena condición oral.
Fuente
dentalecheverria.com