Intrusismo en odontología: un riesgo para los pacientes y desconfianza hacia los verdaderos profesionales

Por: Jacqueline Menchaca/blog/newsletter

El término intrusismo, entendido como la usurpación del ámbito profesional; o ejercer una profesión sin tener la autorización legal y título profesional, no ha dejado a un lado a la odontología.

A nivel mundial y en nuestro país es una práctica preocupante, ya que pone en riesgo la integridad de la salud del paciente, provoca infecciones, enfermedades, probables desfiguraciones y daños irreversibles en su cavidad oral.

Recientemente, la FDI (Federación Dental Internacional) ha retomado esta problemática al advertir que la práctica ilegal de la odontología que pone en riesgo la salud mundial, se ha incrementado dado, también, el incremento en la demanda no solo de atención dental general, sino de la estética.

La FDI realizó una encuesta entre 49 asociaciones dentales, que mostró el reconocimiento por parte de estas, de la existencia de una práctica ilegal. Y, si bien, la gran mayoría (95 %) informó la existencia de regulaciones al respecto de la práctica dental en sus regiones, solo la mitad considera que son eficaces.

Por ello, la FDI hace un llamado de atención para que tanto instituciones gubernamentales como profesionistas y asociaciones dentales se tornen más estrictos en la aplicación de las sanciones creadas para la práctica ilegal.

La FDI insta a los organismos reguladores de todas las jurisdicciones a dar prioridad al problema del ejercicio ilegal de la odontología a fin de garantizar la protección de la población y el funcionamiento adecuado del sistema regulatorio vigente.

 La FDI insta a los dentistas y los miembros de su equipo de atención dental a considerar con mucho detenimiento el reclutamiento de cualquier organización que pueda estar al margen del marco regulatorio e intente contar con dentistas y profesionales de atención dental entre los miembros de su personal para dar credibilidad a su planteamiento operativo.

Mediante la autorregulación profesional y la regulación gubernamental allá donde exista, los dentistas y sus equipos suscriben los códigos y las normas de ética profesional, garantizando así que se ofrezca una atención de calidad y segura centrada en el paciente

¿Y qué pasa en México?

Según un artículo de opinión de la revista de CONAMED (Vol. 29 # 2. 2024*): “En México, no existe una ley específica que regule la profesión odontológica, sólo una Norma Oficial Mexicana en la que se deben de apegar los Cirujanos Dentistas, ya que regula y protege los principales riesgos, seguridad y salud de las personas, fomentando el cuidado del medio ambiente”. Norma Oficial Mexicana 013-SSA2-2015, Para la prevención y control de enfermedades bucales.

“Dicha normativa reconoce como profesional de la salud bucal al odontólogo, también denominándolo como estomatólogo, médico odontólogo, cirujano dentista, licenciado en Estomatología, licenciado en Odontología, licenciado en Cirugía Dental, licenciado en cirujano dentista, médico cirujano dentista, cirujano dentista militar y toda aquella denominación del profesional de la salud bucal con licenciatura”.

Es, por tanto, importante también la creación de regulaciones claras y contundentes respecto a la práctica ilegal en odontología, donde se sienten las bases para evitar los malos manejos que muchas personas llevan a cabo como “práctica dental” sin la autorización específica de las instituciones adecuadas para ello.

En dicho informe del CONAMED se hace referencia a que este tipo de práctica ilegal existe desde la antigüedad, y citan como ejemplo, la realización incipiente de las prótesis dentales que eran hechas por personas dedicadas a la metalurgia, actividad muy distinta a la de los primeros dentistas de la época.

Pero el tiempo ha pasado y ahora es más fácil reconocer a quien tiene el título y “las credenciales” adecuadas para ejercer.

Quizá solo es cuestión de informar a la población dónde poder investigar, principalmente cuando se acude a lugares donde realizan “estética dental” al mismo tiempo que otros arreglos faciales; o en lugares remotos geográficamente, donde, probablemente, la gente confía en sus médicos sin cuestionar.

Recordar siempre que: el intrusismo, además de ser un delito, erosiona la confianza, la economía y la dignidad profesional de quienes ejercen la profesión odontológica de manera ética y legítima.

Ustedes, ¿qué opinan?

Fuentes:

Esquivel Ruiz KA, De Anda Aguilar L. El intrusismo en Odontología.  Rev. CONAMED. 2024; 29(2): 167-173.

https://www.fdiworlddental.org/es/accion-contra-el-ejercicio-ilegal-de-la-odontologia

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