La halitosis en México la ha padecido al menos el 80% de la población. Es un problema común.
Además de la rehabilitación bucal en piezas dentales, el dentista tiene la gran tarea de ayudar a prevenir o evitar ese olor desagradable que mucha gente exhala, y que varía en frecuencia, intensidad y duración.
Según un boletín de la Secretaría de Salud (dic 2018), esta afección tiene registros desde el año 1550 a.c., aunque seguramente existe desde eras más aun más antiguas.
Además de menoscabar la autoestima de quien la padece, la halitosis puede afectar las relaciones personales con amistades, pareja, familia, compañeros de trabajo, etc. Por ello, si alguien se acerca a los médicos como los dentistas para ser atendido por esta razón, es importante determinar exactamente qué la provoca, ya que en cierta medida puede ser indicador de padecimientos más graves:
Halitosis por enfermedades hepáticas: es crónica y con olor muy característico.
Helycobacter Pilori: esta bacteria suele producir compuestos sulfúricos que pudiesen provocar mal aliento.
Enfermedades gástricas: reflujo, gastritis, las úlceras y divertículo de Zenker, neoplasias de tubo digestivo ,entre otros, han tenido relación con la halitosis, después de realizar estudios como la endoscopia.
Nasofaríngeos: algunos problemas relacionados con otorrinolaringología también se han detectado al realizar exploraciones y métodos como la cromatografía de gases, la cual es costosa pero tiene mucha exactitud en la medición e identificación de los gases del aire, cuyos compuestos ascienden a 3000 según la International Association for Breath Research*
Tipos de halitosis
El autor Miyasaki, en 1999 (y Yaegaki, 2000) clasificaron en 3 categorías la halitosis:
La verdadera: aquella perfectamente detectable, la cual generalmente se encuentra en la región dorsoposterior de la lengua.
Puede ser fisiológica, (se tiene y percibe al despertar, por ejemplo, pero desaparece al lavarse los dientes; o aquellas provocadas por alimentos condimentados como el ajo); o patológica, donde ya hay presencia de alguna enfermedad oral y/o padecimientos sistémicos, como los mencionados anteriormente.
Pseudohalitosis: cuando el paciente es el único que la detecta: ni otras personas ni estudios.
Halitofobia: Es una obsesión prácticamente de la pseudohalitosis.
Causas más comunes