Los dientes reciben prácticamente todo lo que entra por la boca y la salud de ellos depende de las características de ese consumo. El cambio climático afecta su situación de forma determinante.
Los odontólgos reconocen la importancia de la alimentación, además de los hábitos dentales, la ingesta excesiva de azúcar, así como de algunas bebidas, medicamentos, tabaco etc., en el desarrollo de la caries y de subsecuentes enfemedades bucales.
Por lo anterior, la dieta define en gran medida cómo se tiene la boca. Asimismo, esta dieta depende a su vez de aspectos económicos y sociales. Y dentro de estos últimos, el ambiental y concretamente el cambio climático, es causante de las condiciones negativas en la producción y cosecha.
Según la FAO, en su boletín Cambio climático y seguridad alimentaria, el cambio climático provocado por emisiones de gases efecto invernadero, deforestación de bosques que traen sequías, explotación indisciminada de la biodiversidad marina, entre otros, provoca malas condiciones para generar productos alimentarios en cantidad y calidad suficientes.
Entonces, ante una escasez viene el aumento en los precios de estos, (además de su contaminación en muchos casos), sean de ganadería, agricultura o pesca, y por lo tanto poca capacidad de adquisición que en un momento dado, lleva a la gente a consumir más alimentos chatarra, con pocos nutrientes y altas cantidades de azúcar o exceso de flúor por la manipulación de agroquímicos que en algunas zonas se hacen.
¿Vemos la cadena?
¿Qué hacer como dentistas?
De nuevo aparecen las palabras mágicas prevención e información. Como dentistas y guardianes de la salud bucal de los pacientes, se les debe dar orientación para disminuir la probabilidad de tener caries o alguna patología aun más grave.
Hablarles del cepillado dental correcto, de su frecuencia; recordarles la importancia del uso del hilo dental y pastas con flúor; enfatizarles que el consumo de azúcar excesivo y una alimentación pobre en nutrientes es “veneno” para los dientes, etc., ayudará a que ellos estén más alertas y enfocados en el cuidado oral.
Si bien los dentistas no son nutiólogos, el conocimiento básico sobre lo qué comer y qué no, que la mayoría tenemos deben difundirlo. Y ante la escasez que pudiera existir en la dieta del paciente de ciertos alimentos, tratar de ofrecerles alternativa sanas.
Atención clínica: las revisiones dentales son parte vital de la prevención, pues en esta se observa la situación de la cavidad oral y la restauración y tratamiento de cualquier enfermedad.
Así, en lo que las organizaciones internacionales buscan la forma de frenar la contaminación y explotación de recursos naturales que desembocan en el cambio climático, cuyas consecuencias devastadoras son casi omnipresentes, los dedicados a la odontología honran a su profesión ayudando a los pacientes a contrarrestar o evitar los efectos perjudiciales en su salud bucodental.
Fuente:https://www.fao.org/climatechange/16615-05a3a6593f26eaf91b35b0f0a320cc22e.pdf
Gran articulo! Muy interesante…
Gracias!