Los odontólogos, al igual que los dedicados a la salud de nuestro cuerpo, se enfrentan día a día con el dolor. Es una de las manifestaciones más importantes que se debe controlar o eliminar.
Se requiere de verdaderos conocimientos en este aspecto pues no se trata de prescribir medicamentos si no hay un estudio específico de cada caso. Siempre hay que diagnosticar antes de prescribir.
Aunque parezca mentira, muchos dentistas prescriben como si se tratara de un molde: le duele la muela, que tome ketorolaco, por ejemplo. Sin saber realmente el tipo de molestia que el paciente tiene, si es dolor agudo, crónico etc.
Para el doctor Daniel Chavarría Bolaños, destacado ortodoncista y profesor investigador en la Facultad de Odontología de Costa Rica, el dolor es una experiencia que sufre el paciente y que, muchas veces, provoca su renuencia a acudir al odontólogo, complicándose así, aun más, un tratamiento.
Platicamos con él respecto a esto:
¿Qué piensa acerca de que el dolor sea un aspecto que detiene a los pacientes para acudir al dentista y que esto provoque que no haya tratamientos de prevención, por ejemplo?
Dr. Chavarría: El problema es que el dolor se convierte en experiencia, y cuando esta ha sido desagradable con su dentista, hace que se alejen de la solución, y la parte preventiva se pierde.
En América Latina tenenos una cultura muy nociva de acudir cuando el dolor ya es irremediable. Si llegáramos cuando inicia el dolor, el cual tiene como función precisamente alertar que algo está mal, tal vez no ocuparíamos para no llegar a soluciones tan drásticas.
Entonces, más alla de todo, hay que empezar una campaña de concientizacion del paciente que ante los primeros signos de dolor acuda tempranamente para que no se convierta en una patología crónica y difícil de manejar.
¿Y qué propone a nivel región?
Dr. Chavarría: Todo esta en la educacion. Pero sucede que la educación la apostamos solo en educación continua al gremio. Si tú ves las campañas en la calle, no hay información real sobre el dolor dental; hay de sensibilidad dentinaria y esas cosas, nada más.
Sería importante una alianza entre las academias y las casas comerciales de productos, para recordar a los pacientes que cuando aparece el dolor, es el momento de acudir al dentista.
Ahora, con la pandemia, el problema fue que no era un tema de elección sino de restricción. Los pacientes tenían que aguantarse, y las repercusiones que vivimops dos años nos tocará cosecharlas un par de años más.
¿Cree que haya aumentado la cantidad de enfermedades orales durante la pandemia?
Sin duda, porque principalmente los pacientes cuyo problema era por descuido en técnicas de higiene oral, imagina lo que fue decirle: “quedas por la libre, responsable de tu autocuidado”. No hubo monitoreo ni seguimiento. Y eso es una preocupación que tenemos ahora todos.
Para quienes trabajamos con dolor agudo fue mucho más sencillo porque atendíamos al paciente enfermo, pero ¿qué pasó con los pacientes que estaban bajo tratamiento de enfermedad dental crónica, o con los pacientes que tenían expresiones de patologías bucales con diabetes?
Por otra parte, el doctor Chavarría nos explicó cómo actualmente todo se vale para reducir el dolor. La analgesia multimodal es lo de hoy: colores relajantes en el consultorio, musicoterapia, láser analgésico, luz tenue, etc., y por supuesto, la responsabilidad del odontólogo de realizar correctamente protocolos de diagnóstico y medicación, la cual contempla el sinergismo farmacológico que hace posible la reducción en las dosis y los efectos adversos.