Por: Jacqueline Menchaca/blog/newsletter
La nueva variante del SARS-CoV-2, ómicron, pega con tubo el inicio del 2022.
Apenas a fines de noviembre los estudiantes de facultades de odontología como la de la UNAM, y muchas más compraban materiales, uniformes y libros para el regreso a las aulas; hoy, se encuentran de nuevo cerradas, algunas hasta nuevo aviso.
El semáforo epidemiológico en verde, para la CDMX, el cual estará al menos hasta el 23 del presente, no impidió a la institución académica tomar tal decisión, misma que no solo respetamos sino celebramos. El sentido común siempre es bienvenido.
En otras universidades, tentativamente, las clases seguirán siendo híbridas, es decir, virtuales y con presencia escalada, poco a poco se van incorporando los estudiantes de los semestres, junto a todas las medidas de prevención posibles.
Y es que no es para menos. Desde el 3 de diciembre en que la Secretaría de Salud registró la primera muestra positiva a ómicron, proveniente de una persona de 51 años, de origen africano, los casos, hasta el 13 de enero llegaron a 1,072,218 solamente en la capital del país, y a nivel nacional 47, 113 en apenas 24 horas (15 de enero).
21 de enero, pico de la 4ª ola
Según datos del Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, el pico de contagios se dará para el 21 de enero, o unos días posteriores. Sin embargo, lo que preocupa es que será entre cinco y siete veces mayor que los anteriores, según informó el investigador del Centro de Investigación en Ciencias de la Salud y Biomedicina, en San Luis Potosí, Andreu Comas García.
La situación, a pesar de todo, es muy diferente a la del año pasado, frente a Delta, ya que ahora 80 millones de mexicanos están vacunados y de esa cantidad, el 90% con el esquema completo, por lo que el número de hospitalizados, sobre todo los graves, no está siendo tan altos, como a inicios de 2021.
A pesar de todo, la situación no se debe minimizar; al contrario, requiere darle la seriedad que tiene, puesto que la transmisibilidad de la nueva variante es altísima: “Una persona con ómicron, en la calle, sin cubrebocas, puede contagiar a 264 personas en 12 días”* aseguró A. Comas García. Y debido a ello, el sistema hospitalario sí podría llegar a saturarse, principalmente de quienes no han sido vacunados.
Así las cosas, ¿qué pasa con las prácticas odontológica y académica?
Hay que adaptarse y dar la batalla. Continuar y ser estrictos con las medidas de prevención, y de ser necesario, aumentarlas. Hay dentistas que de nuevo han reducido sus consultas y, cuando es posible, orientan y atienden virtualmente al paciente, siempre que su problema no sea urgencia o de tratamiento inmediato.
Por su parte, muchos pacientes han pospuesto o cancelado su consulta ante el temor del contagio, lo que afecta la práctica odontológica, tan tocada ya por la pandemia.
Como ya mencionamos, algunas escuelas de odontología prefieren detener la actividad presencial, conscientes de que en algún momento puede relajarse “el blindaje” del cubrebocas o la sana distancia y, aunque sean pocos alumnos, está la posibilidad del contagio.
Así que, si bien para nadie es agradable retroceder, otra vez, con actividades restringidas, desafortunadamente es necesario. La profesión odontológica conoce los fundamentos de responsabilidad profesional y personal, en casos como los que se presentan.
Es importante que todos hagamos lo que corresponde para ayudar a frenar esta cuarta ola, que amenaza con contagiar al 50 % de la población del país en muy breve tiempo, según algunos estudiosos de la variante.
¿Qué significa hacer lo que corresponde? Simplemente seguir al pie de la letra las recomendaciones que todos conocemos: usar cubrebocas, los más adecuados posibles; aplicarnos gel constantemente al estar en la calle o sitios que nos son nuestra casa; mantener sana distancia; evitar asistir a eventos masivos; no salir de casa si no es necesario; si nos sentimos mal, acudir de inmediato al médico; si salimos positivos, aislarnos de inmediato e informar a las personas con las que tuvimos contacto, etc. Pero lo principal: ¡Vacunarnos!
Recordemos que fue gracias a eso que hoy, solo el 15 % de las camas con ventiladores están ocupadas. En un estudio entre más de un millón de casos de covid, investigadores británicos descubrieron que quienes habían recibido dosis de refuerzo, tenían un 81 % menos de probabilidades de ser hospitalizadas. Y el riesgo por casos de ómicron, un 65 % menos.**
La sociedad odontológica es responsable y sabe esperar. ¡Ánimo!
Fuentes:
marca.com/redacción/15 enero 2022
*uaslp.mx/boletín/12 enero 2022
**nytimes.com/4 enero 2022
www.gob.mx/salud/prensa/3 diciembre 2021