Por: Jacqueline Menchaca/blog/newsletter
Pareciera frase hecha pero no lo es. A pesar de todas las innovaciones tecnológicas en la medicina y, por ende, en la odontología, la experiencia de quienes ya tienen muchos años como odontólogos no tiene precio.
¿De qué nos sirve tener una cámara intraoral si no sabemos atender las necesidades humanas de nuestros pacientes? ¿Para qué un diagnóstico en 3D si no preguntamos al paciente cómo se ha sentido o no lo saludamos y solo se le habla para dar presupuestos o indicaciones?
De esto y otras cosas platicamos con una familia que desde hace 48 años ejerce la profesión. Odontólogas como ustedes, con un espíritu emprendedor.
La doctora, Nelly Álvarez Castillo, egresada de la UNAM y especialista en prótesis dental, así como Jenny, egresada de la ULA y Sharon Ruvalcaba, ortodoncistas, conforman un gran equipo en el que, además de realizar reuniones para ver casos y analizarlos también de forma multidisciplinaria, se comunican para escuchar a quien por experiencia les aconseja.
“Algo que hemos aprendido de mamá es el tacto y contacto con los pacientes porque, de hecho, las nuevas generaciones lo están perdiendo. Y les cuesta mucho trabajo la atención al público, decir buenos días, buenas noches, me paro para recibirte, etc., …” comento Jeny.
“A veces falta el calor humano, el apapacho hacia el paciente, aunque sea verbal pero que se escuche, a todos nos gusta la sonrisa, el “vas a estar bien”, etc.
Yo siempre les he dicho: siéntense en el sillón de la unidad dental y sientan lo que perciben los pacientes al estar aquí”, nos dijo la doctora Nelly.
Poner un consultorio no es mover una varita mágica
Tener un consultorio dental, para quienes egresan de la carrera, quizá no es fácil de conseguir pero es posible, aun en estos tiempos de incertidumbre económica.
“Depende de las ganas, tener el espíritu de progreso. Con varita mágica no se puede. Esto es muy costoso, yo les digo que siempre guarden y guarden dinero” aseveró la doctora Nelly respecto a cómo emprender un consultorio dental.
Si bien la doctora inició su clínica integral, gracias al ahorro que su trabajo le permitió, el desarrollo y equipamiento fue con la cooperación a través de los años, de sus hijas.
Y nuevamente, en su centro de trabajo, Ortohome, el cual ya tiene 37 años, ofrecen calidez en el trato y respeto al paciente: una música suave, agradable; una pulcritud total, y un ambiente que como profesionales de la salud debe ofrecerse.
La parte tecnológica y la humana siempre van de la mano, y forma parte del éxito en toda empresa en general.
Así como el comercio dental para los dentistas son las exposiciones donde, como dijo el presidente de AMIC dental, Ayub Safar, lo que ellos quieren es tocar, probar, y entender mecanismos y funcionamiento de los productos que van a comprar; así en el ejercicio profesional, el paciente necesita ser atendido como tal y como persona, la cual tiene temores, dudas y un deseo de ser tratado muy bien.
¿Ustedes, qué opinan?