Por: Jacqueline Menchaca/blog/newsletter
La inseguridad que se vive en el país alcanza frecuentemente a consultorios dentales. Si bien los asaltos están a la orden del día, en algunas ocasiones son trabajadores del lugar quienes deciden “tomar algo que no les corresponde”.
Por tal motivo, el odontólogo que realiza práctica privada en su consultorio debe estar atento y seguir algunas medidas de precaución para minimizar el riesgo y realizar sus consultas seguro y tranquilo, y ofrecer lo mismo a sus pacientes y equipo de trabajo.
Según un estudio realizado en 2016 por la empresa PwC, 1 de cada 3 delitos económicos se lleva a cabo por los propios empleados en empresas, a nivel general. Se revisó la auditoría de 2018 y seguía esa tendencia en un 63 %.
Respecto al consultorio dental probablemente el control debe ser mucho mejor, pues el equipo de trabajo es realmente pequeño y conformado por gente de confianza.
De cualquier forma, prevenir siempre es mejor. Según una página del Servicio de Abogados en Responsabilidad Médica, llevar a cabo los pasos siguientes ayudaría mucho para reducir el probable hurto desde adentro del consultorio:
- Además de contar con personal capacitado para el trabajo que se contratará, es conveniente solicitar dos recomendaciones y, aunque suene exagerado, carta de no antecedentes penales.
- Hacer más frecuente el uso de tarjetas de débito, crédito y transferencias como forma de pago, para evitar el flujo de efectivo en el consultorio. Este punto favorece también el desánimo, por decirlo así, de “amigos de lo ajeno” que prefieran no actuar ante dicha situación.
- Realizar “auditorías” periódicas para tener al día el inventario de insumos, aparatología y materiales para la práctica odontológica que se encuentran en el consultorio.
¿Y qué medidas tomar para prevenir algún intento de robo por terceros?
Para el consultorio dental como para negocios en general, se recomienda lo siguiente:
La iluminación, debe ser excelente, tanto interna como externa.
La colocación de cámaras de seguridad y sistemas de alarmas. Hay empresas que cuentan con sofisticados sistemas que incluyen el botón de pánico y una comunicación directa con la central receptora de alarmas, con capacidad para actuar en minutos.
Protecciones en las ventanas, puertas electrónicas.
Registrar a todas las personas que ingresen al consultorio como proveedores (solicitarles su identificación), además de los pacientes, claro, y de que estos sean citados con anterioridad.
Al personal, preferentemente otorgarles gafetes y uniforme para identificarlos de manera sencilla, además de que da una mejor presencia ante los pacientes.
Mantener cerrada siempre la puerta de entrada.
Una gran idea es coordinar con otros consultorios o negocios cercanos alguna manera de seguridad conjunta, de manera que se pueda actuar en caso necesario desde el exterior para solicitar ayuda.
Al llegar o retirarse y cerrar el consultorio, tratar de hacerlo siempre acompañado.
Si existiese una caja donde se guarda el dinero, mantener esta solo con el efectivo indispensable y no llevarlo consigo al retirarse.
Finalmente, y si aun así algo ocurriese, se recomienda no enfrentar al delincuente y mantener la calma, mientras se intenta visualizar y memorizar los rasgos de este para poder describirlo posteriormente al acudir a las autoridades para denunciar el hecho.
Tener un consultorio dental no es cosa fácil, es fruto del esfuerzo y dedicación de quienes lo poseen. Es así que cuidarlo de la mejor manera contra este tipo de situaciones es no solo sugerente sino necesario.
Fuentes:
amedl.com.mx/single-post 2018/01/19
fge.jalisco.com.mx/prevención-social