Las fechas son importantes porque marcan celebraciones, hechos, y definen historias. La del 9 de febrero es especial, es el día en que se rinde homenaje al odontólogo en varios países como España y algunos de Latinoamérica, donde México no es la excepción.
Desde 2014 en que el Honorable Consejo de la Unión publicó un decreto donde el 9 de febrero se establecía como el día en que dentistas de todo el país serían reconocidos por su gran labor, se fortalecen las bases para reconocerla como una de las profesiones médicas más importanes a nivel mundial.
Si bien el día recuerda a Santa Apolonia, una mártir cristiana torturada en Alejandría, a quien le rompieron los dientes de una manera terrible y quien prefirió lanzarse a la hoguera antes de negar su religión, la celebración va más allá.
Ser dentista es estar presente en la vida de los pacientes toda la vida. Es atenderlos en la infancia por las caries tempranas que la mayoría presentan o por los traumatismos que los juegos y accidentres les provocan; es ayudarlos a cumplir los sueños de tener una hermosa sonrisa en su adolescencia a través de la ortodoncia (aunque muchos inician desde niños); es resolver las situaciones que la mayoría de los adultos padecen como gingivitis, periodontitis, maloclusiones, etc., y, en la vejez llegan las rehabilitaciones y prótesis que les permiten mejorar su masticación y con ello, su calidad de vida.
Ser dentista es también vigilar que las enfermedades orales no se conviertan en sistémicas y viceversa: detectar enfermedades del cuerpo a través de manifestaciones bucales.
La práctica de la Odontología en México se remonta a la primera mitad del siglo XIX; en 1902 se aprobó el primer plan de estudios de la carrera de Cirujano Dentista, y en 1904 se inauguró la primera escuela dental oficial en la Ciudad de México, iniciando así el gran camino de la evolución y perfeccionamiento de esta carrera, vital en la salud y bienestar humanos.
Gracias al desarrollo tecnológico y a la avidez de los profesionistas por ser los mejores, actualmente se cuenta con especialistas a la vanguardia profesional en nuestro país, reconocidos en distintas partes del mundo.
Es apasionante e increíble ser testigos de los avances que en odontología se tienen hoy. Donde las terapias contra el dolor, las restauraciones, la estética y la funcionalidad son de verdad sorprendentes.
Para ser dentista se necesita simplemente amor a la profesión y un enorme interés por atender el sistema estomatognático de las personas, reconocer que no son solo dientes; ser empático con las necesidades del paciente, reconocer la responsabilidad que tendrán como profesionales y profesionistas, pero sobre todo, ser conscientes de la situación bucodental real de la población en el país y trabajar en su mejoramiento.
Es muy grande la tarea que los odontólogos tienen, por ello, los felicitamos en su día. Y ¡gracias por cambiar sonrisas y vidas! ¡Feliz día del odontólogo!