Por: Jacqueline Menchaca/blog/newsletter
Hace ya unos meses publicamos un artículo sobre la motivación a los niños para ir al dentista. En esta ocasión, recomendamos una muy buena investigación acerca del manejo odontopediátrico.
En la revista Odontopediatría Actual, de este mes de junio, profesores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), de Xochimilco, en CDMX, realizaron un artículo muy completo.
Desde los tipos de comportamiento que el niño tiene al acudir a la consulta, los factores que influyen en su conducta, así como las técnicas de apoyo a la conducta del paciente.
Unos quieren; otros, lo rechazan
A decir de los maestros e investigadores de la UAM, los autores Frankl y Wright describieron cuatro formas de actitud de los niños frente a la consulta dental.
Negativo completamente: El niño grita, se resiste, forcejea; es un no rotundo.
Negativo: acepta el tratamiento con dificultad, es poco cooperativo, en cuanto puede se rehusa, etc.
Positivo: muestra una tímida voluntad para que le apliquen el tratamiento, pero la acepta; coopera, acata órdenes.
Definitivamente positivo: no solamente coopera, sino que se interesa en su tratamiento, pregunta y platica con el dentista, etc.
¿Qué hacer para mejorar la actitud del paciente pediátrico en el consultorio?
En el artículo, se ofrecen algunas consideraciones a tomar en cuenta para que haya un mejor acercamiento al niño y se logren buenos resultados.
Edad: según explicaron, entre más pequeños sean los pacientitos, mayor resistencia a su atención.
Horario: debido a lo anterior, se sugiere citarlos a la última hora de la mañana para evitarles, en la medida de los posible, estrés y ansiedad.
Duración de la consulta: recomiendan que no exceda la media hora para evitar fastidio en los pequeños y que se vuelvan poco cooperadores, además de que seguramente no querrán asistir una próxima cita.
Ambiente de la recepción y actitud de la recepcionista: como en la mayoría de las recomendaciones al respecto: decorar con temas infantiles, contar con una mesita y sillas, así como crayones y cuadernos, para que dibujen y se entretengan; o tener una televisión con programas infantiles y, aprovechando, incluir programas divertidos donde los personajes realicen rutinas de higiene oral, sería fabuloso.
Es importante que quien los recibe al llegar, tenga una excelente actitud, una voz amable e interactúe con los niños de forma amena.
Dentista y su personal médico: vestir con uniformes de colores vivos, y de ser posible, con personajes infantiles que estén de moda.
Técnicas de apoyo a la conducta del paciente
Este fue uno de los rubros más importantes, ya que es cuando el dentista interactuará con el niño, directamente.
Es entonces que se recomiendan algunas cosas como:
Practicar la técnica triple E (explicar, enseñar y ejecutar).
De manera amable, con lenguaje entendible para el niño, se le debe explicar lo que se le va a hacer en la boca, y mostrarle para qué se le va a realizar, con el fin de que pierda el miedo y se familiarice.
Aquí, recomiendan no enseñarle los instrumentos que pudiesen causarle temor, como las agujas de anestesia. Para ello, existen infinidad de accesorios que pueden colocarse en estas y simular un animalito de plástico, o tener algún elemento divertido.
Los términos entendibles son fundamentales.
Control de voz
En ocasiones será necesario poner límites en aquellos niños que no dejan de gritar, llorar, y tener actitudes negativas. Es a través de la voz, que los dentistas deben establecer su posición y su rol frente al pequeño. Sea de forma suave y con una baja intensidad, o sea con un aumento de volumen, el odontólogo deberá hacerle saber, que es necesario su tratamiento y que aunque haga berrinche, se le realizará.
Distracción
En este rubro, recomiendan mantener su mente ocupada en otras cosas como, por ejemplo, preguntarles cosas que les interesan acerca de personajes favoritos, escuela, equipos deportivos, etc. La idea es mantener una comunicación constante donde el niño esté pensando en sus respuestas y no en el tratamiento que recibe en ese momento.
Desensibilización
Por medio de juguetes, como aquellos ositos o perritos de peluche con dientes, se le explica al pequeño lo que se le va a realizar, y se le invita a participar en la actividad de cepillarle los dientes al animalito, por ejemplo, o mostrando directamente en el juguete, en qué consistirá su tratamiento.
Motivación
Cuando los niños han mostrado disposición, cooperación, se han portado bien durante su revisión o tratamiento, ofrecerles un premio es de gran motivación.
Se debe comunicar adecuadamente al niño, que está recibiendo un premio por su buen comportamiento. Y que siempre que se porte bien, se le seguirá otorgando.
Otras técnicas
Los investigadores mencionaron otras técnicas a considerar en caso de que los pacientes no sean cooperadores y puedan, incluso, dañarse a sí mismos por movimientos exagerados y bruscos que realicen en su intento por no ser atendidos.
El uso del Papoose board (camilla con aditamentos que inmoviliza al paciente) en ocasiones es necesario y preferible, ya que les brinda estabilización a los pequeños y reduce el riesgo de algún accidente tanto en la revisión como en el tratamiento.
En este mismo rubro, también puede utilizarse una manta envolvente, una camilla o red, como lo mencionan.
Finalmente, los profesores e investigadores de la UAM, mencionaron la anestesia consciente y la anestesia general como técnicas en casos extremos. En ambas, es necesaria la asistencia de personal capacitado para realizar este tipo de manejo. Principalmente al optar por la anestesia general, se requiere contar también con infraestructura y personal experto en manejo hospitalario.
Es así como, de manera simple y atractiva a la vez, los autores de este artículo explican las diferentes alternativas para abordar a un niño que se presenta para recibir atención en el consultorio dental.
Fuente:
Serna AL, Gómez A, Díaz de Ita C, Reséndiz A, Flores N, Gutiérrez I. Manejo adecuado de la conducta del paciente pediátrico en odontología. Odontop Actual. 2023junio;36:16.22.