Por: Jacqueline Menchaca/blog/newsletter
El título parece trabalenguas, pero es una buena pregunta. ¿Cuántos de ustedes, como odontólogos instruyen a los pacientes para que mantengan limpios los cepillos dentales?
La higiene dental como parte de la prevención de caries y otras enfermedades representa la base fundamental en la odontología.
Día a día, se comprueba que padecimientos graves pudieron evitarse de haber llevado una buena higiene. Asimismo, parte de todo éxito en los tratamientos es, precisamente, el lavar los dientes y toda la boca de manera adecuada: uso del cepillo e hilo dental, pastas con flúor, colutorios, etc., además, por supuesto, de una dieta equilibrada.
En la práctica odontológica diaria, seguramente recomendarán técnicas de cepillado, frecuencia, etc., pero, ¿le comentan a los pacientes que el cepillo dental puede ser reservorio de microorganismos dañinos, bacterias, hongos, etc.?
Es importante mencionar que el cepillo dental debe, a su vez, mantenerse en óptimas condiciones de higiene para evitar que este se convierta en el medio de contaminación e infección oral, en vez de ser la herramienta principal de limpieza.
Según algunos artículos, existen varias formas sencillas de mantener el cepillo oral limpio; algunas de estas son:
- Cambiar cada 3 meses los cepillos dentales o antes si las cerdas se desgastan rápidamente.
- Sumergirlo unos dos minutos en agua hirviendo después de usarlo, es una opción. Sin embargo, se reconoce que esto pudiese dañar las cerdas.
- Enjuagarlo con desinfectante de prótesis dentales, o con colutorios con propiedades bactericidas (clorhexidina, triclosán, entre otros) es otra opción.
- Evitar mantenerlo húmedo por mucho tiempo, ya que la humedad promueve la proliferación de bacterias y hongos. Después de enjuagarlo, se podría sacudir muy bien y colocarlo en posición vertical en un área limpia y ventilada.
- Limitar los portacepillos únicamente a los viajes, para disminuir su grado de humedad.
- Evitar colocar todos los cepillos de la familia juntos. Según artículos revisados, este hecho puede provocar la contaminación de unos a otros.
- Hay quienes sugieren que los cepillos dentales deberían colocarse fuera del baño o, en su defecto, alejados inodoro.
- Un aliado para mantener en buenas condiciones de higiene a los cepillos dentales son los esterilizadores, que operan con la acción de los rayos ultravioleta. Aunque, expertos aclaran que no hacen magia, y que las rutinas comunes de higiene deben aplicarse al usar estos aparatos: cepillos de no más de tres meses de uso o cerdas sin desgastar, bien enjuagados previamente; lavar las manos antes de usar el cepillo dental, colocar también el esterilizador alejado del inodoro, etc.
Es así que uno de los productos más importantes en el protocolo de la higiene dental, debe mantenerse, a su vez, libre de patógenos y pueda llevar a cabo realmente su función. Afortunadamente, con procesos sencillos y rápidos, esto es posible. Todo es cuestión de conocerlos y de comunicarlo a los pacientes.
Fuentes: