Por: Jacqueline Menchaca/blog/newsletter
Desde tiempos memoriales se conocen las afecciones que los médicos pueden provocar a sus pacientes de manera accidental. De hecho, la raíz de la palabra iatrogenia proviene del griego iatros (médico) y génesis (crear).
Sin embargo, el concepto no se refiere a una mala práctica, la cual normalmente incluye la negligencia, el descuido o la omisión, actos que por cierto son legalmente censurables; aunque ya en la práctica existe una línea divisoria muy delgada con la iatrogenia.
La iatrogenia es más bien el daño o agravamiento que pudiera sufrir un paciente a raíz de un procedimiento quirúrgico o la prescripción de algún medicamento, aun realizados con prudencia, pericia y cuidado por parte del médico; es decir, fueron consecuencias no buscadas ni esperadas.
En Odontología y sus especialidades existen innumerables casos donde los pacientes llegan a padecer lesiones iatrogénicas a nivel de la mucosa oral, óseas, dentarias propiamente, y nerviosas, quedando con secuelas y daños a veces irreversibles.
Causas
En un estudio realizado por catedráticos de Patología Médica de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Europea de Madrid* , se plantean algunos aspectos que influyen en la iatrogenia odontológica. Citando a Carlos Ottolenghi:
1.- Inexperiencia
2.- Diagnóstico incorrecto
3.- Falta de planificación
4.- Insuficiencia de exámenes diagnósticos
5.- improvisación. Hay que realizar una buena planificación en tiempo, forma, materiales específicos e idóneos por utilizar, etc.
6.- Poco seguimiento
Los casos de lesiones iatrogénicas producidas por el uso incorrecto de instrumental y materiales son también muy altos, así como fracturas, perforaciones, laceraciones, necrosis, etc.
En un nivel no estrictamente clínico, también se dan algunos factores que influyen determinantemente en provocar daños a los pacientes: el exceso de confianza por parte del dentista, introducción de procedimientos nuevos sin tener conocimientos suficientes sobre estos, delegación de responsabilidades e incluso, errores de escritura y lectura.
Tipos de iatrogenia
Según la literatura revisada, pueden ser de tres tipos:
A) Predecible
B) Accidentales o impredecibles
3) Ineptitud
¿Cómo disminuir los posibles riesgos iatrogénicos?
Si bien las lesiones iatrogénicas corresponden a errores excusables, dado que en ellos no hay ni intención ni descuido, existen algunos puntos que los médicos en general, y, por supuesto, los dentistas, pueden considerar para reducir el riesgo de causar un daño al paciente.
Recordemos que las consecuencias son físicas, económicas y hasta psicológicas para el paciente; y los odontólogos son las segundas víctimas, dado que también en ellos generan alteraciones emocionales por sentir culpabilidad; económicas, si decide resarcir el daño (cuando se puede) por cuenta propia; o incluso legales, cuando el paciente decide quejarse ante la institución correspondiente.
La CONAMED, en su boletín sobre este tema, expuso las siguientes acciones para combatir la iatrogenia:
Mejorar la comunicación entre el odontólogo y el paciente
Asegurar condiciones óptimas de trabajo
Lograr la estandarización de procesos (cuando sea posible)
Promover un cambio cultural sobre la seguridad del paciente
Registrar y notificar los errores y eventos adversos.
Es un hecho que en todo acto médico hay riesgos. La atención odontológica no esta exenta, sin embargo, con ética y una gran empatía por el paciente, además de los conocimientos profesionales, instalaciones y equipo adecuados, puede reducirse el riesgo de producir lesiones o enfermedades iatrogénicas. Nada más satisfactorio que ver a un paciente contento con su dentista por el trato, el manejo y los resultados de su caso.
Fuentes: Journal of the American Medical Association; vol 284; 26 de julio 2000
Lesiones iatrogénicas en el ámbito de la medicina. Oral January 2012/Milagros Díaz Rodríguez, Somacarrera Pérez Ml/Martin Carrera-Presas
Boletín CONAMED, marzo abril 2016