Por: Jacqueline Menchaca/blog/newsletter
Se acerca la época de Halloween, esa tradición celta de más de 3 000 años que se ha extendido por diversas partes del mundo y que en la actualidad se trata de una linda noche donde propios y extraños se disfrazan con personajes relacionados con el misterio y la muerte.
Es una noche especial donde los niños, principalmente, con atuendos de fantasmas, vampiros, calabazas, brujitas, etc., pasan por las casas de su colonia pidiendo dulces o su “calaverita”.
Si bien es una celebración divertida, los dentistas deben orientar a sus pacientes sean adultos o niños, sobre la importancia de prevenir el alto consumo de azúcar en esos días o disminuir su impacto en los dientes. Sobre todo, después de las golosinas recabadas en esa noche.
Algunos artículos recomiendan lo siguiente:
1.- Comer los dulces después de las comidas normales. Evitar hacerlo con hambre, pues de ser así, se ingerirán en exceso y aumentará la cantidad de azúcar tanto en el cuerpo como en los dientes. Si ya está decidido comerlos, es conveniente consumirlos poco a poco, a lo largo de varios días, y no todos en el momento o un día después.
2.- Al igual que en el resto del año, cepillar los dientes, mínimo dos veces al día. Y, en la temporada de la festividad, se sugiere también tomar un vaso con agua después de comer dulces.
3.- Evitar en la medida de lo posible dulce que se queden mucho tiempo en la boca, como los caramelos macizos, para disminuir el daño que pudieran causar por la prolongada fricción de estos con la lengua y los dientes. Al respecto, sugieren el chocolate por sobre otras golosinas ya que este se disuelve rápidamente.
4.- Quizá masticar chicle sin azúcar pueda ser conveniente en estas épocas para estimular la secreción de saliva y, de esta forma, diluir más eficazmente los azúcares y promover la remineralización.
5.- Darles cita en el consultorio dental, posterior a esta celebración, es conveniente para que se revise el estado oral y, en caso necesario, realizar los tratamientos necesarios.
Es así que festividades donde el consumo de azúcar es grande, como Halloween, pueden disfrutarse sin consecuencias para los dientes ni convertirlos en “dientes terroríficos”.
Orientar a los pacientes sobre la moderación en el consumo, así como de la importancia de la prevención, va siempre de la mano con una buena salud oral y sonrisas brillantes.