Continúan los protocolos de prevención en los consultorios odontológicos para evitar contagios de Covid-19
Cómo ha golpeado la pandemia al mundo entero; nos ha puesto de cabeza, nos ha sacudido de forma poco experimentada en décadas anteriores. Cada uno de los ámbitos de la sociedad se vio afectado convirtiéndonos en espectadores impotentes de un virus letal, casi dantesco.
A un año y un mes que fue declarado el primer caso de covid-19 en México, nuestro país cuenta ya con más de 200 mil muertes. Es por ello que el sector salud y dentro de éste, el odontológico, requieren continuar con las medidas de protección y prevención para evitar que aumente el porcentaje de contagios durante la práctica en los consultorios, a pesar de estar sumamente expuestos por los procedimientos que implican contacto directo con la cavidad oral y por ende, a la exposición a fluidos; muchos de ellos con microorganismos patógenos. ¡Blindarse es lo de hoy!
Como un recordatorio de las medidas de prevención en los consultorios odontológicos, a continuación les exponemos aquellas que han prevalecido durante el año 2020 y que, con adecuaciones o anexos, pretenden establecerse por tiempo aun indefinido; sin caer en la paranoia, no está demás reconocer que en cada paciente podría estar alguien capaz de contagiar o ser contagiado.
Preconsultas:
1.- Establecer citas, preferentemente con diferencias de una hora u hora y media entre cada paciente para tener tiempo necesario de realizar la sanitización correspondiente entre uno y otro, así como evitar la presencia de varias personas dentro del consultorio. Recibir a pacientes acompañados de un familiar o amigo solamente si se trata de un niño o un adulto mayor.
2.- De ser posible, realizar una pequeña entrevista al paciente, vía telefónica, al agendar la cita, para tener una idea del tipo de procedimiento que se llevará a cabo y calcular el tiempo aproximado que le llevará realizarlo .
3.- Tratamientos que tomen mayor tiempo, podrían agendarse para días en los que la carga de trabajo no sea tan grande o para horarios casi al cierre del consultorio. Si por algún motivo llegaran a permanecer 2 o 3 pacientes a la misma hora, recordemos la sana distancia de 2 metros y una ventilación adecuada, además de la constante limpieza de superficies y ambiente.
4.- Si bien se toman las medidas de prevención adecuadas, se recomienda también reconocer, a través de algunas preguntas al paciente, la condición de salud de éste para determinar el momento idóneo de su atención. A menos que se trate de una urgencia, es conveniente en un momento dado, postergar unos días su atención si hay sospechas de que pudiera estar contagiado. Independientemente de que al llegar al consultorio, al paciente se le tome la temperatura (que no debe exceder de 37.8 grados pues arriba de este, ya se considera fiebre*) se le proporcione gel antibacterial con 70% de alcohol, se le exija porte cubrebocas, se le solicite pasar sobre el tapete sanitizante, etc.
5.- El uso del acrílico se ha difundido como medida protectora para evitar el contagio. Gimnasios, comercios, consultorios, incluso en los autobuses han implementado la colocación de plástico entre zonas determinadas como medida preventiva de transmisión. Así, independientemente de la redistribución de los espacios en el consultorio, señalizando aquellos aptos para sentarse, y aquellos prohibidos, se puede colocar un acrílico o plástico en el escritorio de la recepción. Por cierto, hay que mantener a ésta libre de objetos innecesarios, como revistas, cajas, adornos, controles de televisión, etc.
Consulta:
1.- Lavado de manos: antes de examinar el paciente, antes de iniciar los procedimientos dentales, después de exposición a líquidos corporales, al interrumpir o finalizar la consulta y después de tener contacto con superficies y equipos sin desinfectar en el entorno del paciente(*).
2.- Equipo de Protección Personal: Guantes resistentes de materiales adecuados como el nitrilo o látex. Utilización de mascarillas especiales como las llamadas Filtrantes Parciales (FFP) que se dividen en tres categorías: FFP1, FFP2 y FFP3, capaces de impedir que el 80, 94 y 99% respectivamente de las partículas penetren a través de ellas. En algunas instituciones de nuestro país la recomendable es la N 95 FFP2, como lo sugieren en el Manual de Bioseguridad del Hospital Gea González.
Las caretas y los lentes forman parte también del EPP, que todo odontólogo debe utilizar. El uniforme o vestimenta que sea de materiales impermeables preferentemente.
Al poner o quitar el protector del cabello o el protector de los zapatos, si se usara, lavar nuevamente las manos.
3.- Los colutorios forman parte imprescindible del consultorio dental. Más que siempre se sugiere su utilización en el paciente, antes del procedimiento dental para evitar en la medida de lo posible, la propagación de microorganismos entre los cuales pudiera estar el virus. El peróxido de hidrógeno al 1% contiene agentes oxidantes que pudieran actuar contra el covid-19 dado que este es vulnerable a la oxidación. Así lo recomienda el autor Peng X y sus colaboradores, en el artículo: Transmission routes of 2019-nCov and control in dental practice. Int. J. Orto, Sci 12:9 2020.
4.- Mantener una ventilación adecuada e higiene de las superficies con sustancias como el hipoclorito de sodio al 01%; peróxido de hidrógeno diluido al 1%; o productos con base en alcohol al 70% antes, durante y después de cada consulta constituyen una parte vital sobre todo si se han generado aerosoles en el tratamiento.
Ninguna medida es extrema cuando de cuidarnos y cuidar a los pacientes se trata. La prevención es la mejor arma contra este virus que si bien ha sido letal, no debe borrar la sonrisa de quienes siguen en pie y con ímpetu; y para ello, están los profesionales de la odontología.
Fuentes: www.gob.mx/salud/hospitalgea/docs/17 julio 2020 (*)
www.ijodontostomatology.com/wp-content/uploads/2020/04/2020_v14n3_007.pdf
www.bbc.com/mundonoticias/53431086
www.elindependiente.com/salud/2020/05/11 (**)