¿Estoy cobrando poco?, ¿Me excedo con mis pacientes al cobrarles? ¿De qué depende?
Hay tantas dudas que pueden asaltar a los dentistas al tener su clínica. Más aun cuando se empieza. Como en cualquier negocio, al inicio todo se dificulta. Pero, qué hacer para tener una idea de cuánto cobrar en cada consulta o tratamiento, sin abusar, pero tampoco salir perdiendo?
Hoy en día existen muchos planes de marketing que pueden ayudar a los dentistas a llevar las cuentas de su consultorio de forma “sana” económicamente hablando.
Si bien existen, digamos, precios standard competitivos en la zona en que se instala el negocio dental, los casos son individuales, es decir, la infraestructura de una clínica, su personal, la ubicación y por supuesto la preparación profesional influyen en los costos hacia los pacientes por cada tratamiento.
Como paciente es obvio reconocer que no se pagará lo mismo por una extracción dental en una zona popular que en una residencial, por ejemplo, independientemente de la destreza, capacidad y experiencia del dentista.
Sin embargo, como odontólogo y propietario del consultorio se deben contemplar algunos aspectos para saber cobrar lo justo, encontrando el punto medio.
En una nota clara e interesante de la red, el autor mencionaba que muchos creen que todo lo que sobra del ingreso percibido restando el precio público del material, y algo más del servicio, es ganancia, pero no. Eso solo nos permite recuperar algo de lo invertido.
Hablar de ganancia para la clínica implica realizar una serie de operaciones matemáticas entre gastos fijos y variables para obtener el costo adecuado de un tratamiento, y dentro de los fijos, considerar un sueldo mensual para el odontólogo.
“El costo fijo es aquel coste que posee una organización o empresa que no varía, ya que la empresa no puede prescindir de este tipo de gastos que son indispensables para la actividad que la organización lleva a cabo”.1
La renta, los sueldos, la luz, el gas, teléfono, internet, y el costo del equipo como los aparatos dentales y cabina, se consideran fijos.
“Los costes variables son los gastos que cambian en función del nivel de actividad y de producción de bienes y servicios de una empresa en concreto”.2
Gasas, suturas, agujas, guantes desechables, baberos, materiales de impresión, anestesia, etc., se consideran costos variables; su uso depende de la cantidad de tratamientos realizados.
Según la nota3 hay que dividir los costos mensuales fijos entre el total de tratamientos que se pretende realizar en ese período; al resultado, se le agregan los precios de los insumos variables y eso nos da el costo equilibrado para el plan de tratamiento.
Dicen por ahí que la salud no tiene precio; sí la tiene y hay que pagarla. Sea como prevención o como procedimiento, la atención odontológica cuesta pero lo vale.
Al ofrecer un servicio, y uno bueno, es importante valorar y monetizar el trabajo per se (no se “queman”las pestañas años y años de estudio, además de aquellos de experiencia y actualización, para que eso no genere beneficios, ¿verdad?); además de lo que se le brinda al paciente dentro de la clínica: hasta la limpieza y presentación cuestan. La imagen cuesta porque se percibe y se agradece, (ya que infunde confianza en muchos sentidos), aun cuando no esté relacionado directamente con el tratamiento que algún paciente recibirá.
La cuestión es no excederse, encontrar el equilibrio es lo importante para no caer ni en el alejamiento de las personas por los precios exorbitantes ¡ni en la quiebra del consultorio por no obtener ingresos suficientes!
Si bien, generalmente, en México el costo del servicio dental es considerado por muchos como caro, también es cierto que como odontólogos necesitan obtener ingresos justos y proporcionados a su desempeño laboral, pues no solamente es merecido, sino necesario para mantener precisamente el consultorio en condiciones excelentes y así brindar un mejor servicio a los pacientes.
Finalmente, son ellos el motor que impulsa a los profesionales de la salud bucal.
Y hablando de insumos y precios, ¡no olvides darte una vuelta por la AMIC dental del 17 al 21 de este noviembre y encuentra lo mejor para tu consultorio!
Fuentes:
(1,2) aleph.org.mx
(3) maco.com.mx