La palabra hecatombe es fuerte, pero eso trajo la transmisión del Sars-cov2 en todo el mundo. Hace más de un año, los medios de comunicación, las redes, las personas, cara a cara, transmitíamos unos a otros el terror que se estaba viviendo. Imágenes muy fuertes de casos desesperantes circulaban por todos lados; otras más, mostraban el vacío de las ciudades tanto en Europa como en Latinoamérica y Asia. La desenfrenada propagación del virus no paraba.
Los científicos y laboratorios internacionales comenzaron una carrera contra el tiempo para producir una vacuna que fuera capaz de frenar el desolador escenario sanitario mundial. Afortunadamente, lo lograron; en noviembre de 2020, apenas 8 meses después de que la OMS declarara pandemia por covid-19, tanto Pfizer/BioNTech como Moderna anunciaron la efectividad de sus vacunas y con ello, se abría la luz en el camino. Desde entonces, varios laboratorios más se han sumado con sus estudios y tecnologías para producir más y más, enfrentándose a la enorme demanda de toda la población.
Ahora bien, el mundo comienza a inmunizarse: entre los países con mayor población vacunada con las dosis completas se encuentran, Israel con el 57.9% (hasta el 24 de abril del presente) y Chile, en Latinoamérica, con el 32%.
Pero ¿qué pasa al inmunizarse? ¿Se queda libre de contagio? ¿Ya es imposible que alguien vacunado transmita la enfermedad?
Si bien la vacuna ha comprobado reducir significativamente la ocupación de camas en hospitales como en Israel; en Chile, sin embargo, a mediados de abril, estaba al borde del colapso, con más del 95% de camas con ventilador. En una entrevista con el periódico Chicago Tribune, el 12 de abril del presente, la subsecretaria de Salud Pública, de aquel país sudamericano, Paula Daza, comentó que el 70% de los ingresados a cuidados intensivos no rebasaba los 59 años, lo que significa que no estaban vacunados, pero, quién asegura que del 30% restante no había personas ya inmunizadas?
Es por lo anterior que, si bien las vacunas protegen del covid-19 al generar anticuerpos en el organismo, reduciendo riesgos de adquirir síntomas o que estos lleguen a ser mortales, aún se encuentra “bajo la lupa” el hecho de que también reduzca la probabilidad de que los ya vacunados contagien, o no, a otros, dada la posibilidad de estar contagiados pero ser asintomáticos.
Durante una entrevista a la doctora Katherine O’Brien, epidemióloga reconocida internacionalmente en el ámbito de las pruebas de vacunas y experta en enfermedades contagiosas en poblaciones originarias americanas, explicó en el capítulo 23 de la sección Science in 5 del portal de la OMS, que si bien se sabe que después de 15 días de la primera dosis se inicia el efecto de inmunidad, es en la segunda donde esta se fortalece, en un periodo corto después de su aplicación. Sin embargo, al parecer aún se desconoce el tiempo de eficacia de las vacunas. Comenta que se están monitoreando a personas que ya han sido inmunizadas con ambas dosis, para determinar qué tanto dura la respuesta inmune, por cuánto tiempo permanece. Del mismo modo, explica que los ensayos clínicos aún no han demostrado si al vacunarse se evita, o no, el contagio y/o la transmisión a otras personas.
Es entonces que los cuidados preventivos deben continuar entre toda la población, estén vacunados o no, sobre todo en países donde los biológicos son escasos y aun no se vislumbra la llegada del porcentaje idóneo para crear la inmunidad colectiva (60 o 70% del total de las personas en un país, según algunos expertos), misma que podría detener la pandemia al reducir significativamente la posibilidad de contagio.
Así las cosas, a México le falta un buen camino por recorrer; aproximadamente solo el 2.5% de la población se ha vacunado y apenas el 1 de mayo se identificó el primer caso de la variante India (B1617), en San Luis Potosí. El proceso de vacunación va lento, pero si no se baja la guardia, si se mantiene distancia, si se continúa con el uso de cubrebocas, si no se asiste a lugares concurridos, hay grandes probabilidades de superar esta pandemia. Mientras tanto, aquellos que ya han recibido la vacuna ¡considérense afortunados! Pero no olviden continuar protegiéndose, por ustedes y por los demás.